En plena década en la que las cejas gruesas son la cumbre de la sofisticación, la belleza y la naturalidad, quienes tienen cejas abundantes, rizadas, despeinadas… y rebeldes en general saben lo complicado que es someter el pelo a los mandatos de la belleza. ¿Cómo conseguir domar este pelo tan rebelde?
Aquí tenemos la respuesta con la más novedosa técnica Brown Lamination, es una técnica que trae muchas ventajas sobre todo para aquellas personas que no puede permitirse el tratamiento de Microblading.
Es un tratamiento de más o menos unos 50 minutos y puede llegar a durar unos 2 meses.
El tratamiento es sencillo. Primero se limpia en profundidad toda la zona y se define cuál es el diseño más adecuado para cada paciente. Una vez se sabe la longitud, grosor y arco de las cejas, se aplica un producto que rompe la forma y curvatura de ceja.
A continuación, se peina la ceja con movimientos ascendentes, reorientando el pelo de forma vertical hasta lograr la forma y grosor deseados. Es importante que todo el vello quede peinado hacia arriba.
El siguiente paso es aplicar un neutralizador, que hace las veces de gel fijador, asentando la nueva forma que le hayamos dado a la ceja, así como la dirección del pelo. Es importante señalar que, en su totalidad, este tipo de sérums son hipoalergénicos para evitar infecciones y que una gran mayoría son veganos.
A continuación, se cubre con un papel adhesivo, tipo ‘film’ durante 30 minutos. Es precisamente durante este paso cuando el vello de la ceja se ‘rinde’ a la forma que le hayamos dado, justo igual que ocurre con los clásicos alisados japoneses.
Por último, se aplica un aceite nutritivo para humectar el pelo y evitar que se reseque como resultado de los productos utilizados durante el tratamiento.
Después del proceso, cuando nuestra ceja ya tiene el aspecto de ceja, solo queda estrenar ceja y mirada nueva.